miércoles

La urgencia de la verdad

The Paper: Detrás de la noticia

Henry Hackett es redactor jefe de un periódico de Nueva York. Es un adicto al trabajo y le encanta lo que hace, pero una jornada laboral demasiado larga y un salario demasiado bajo están minando su entusiasmo. La mujer de Henry, Martha, antes reportera y ahora embarazada, está harta porque su marido dedica muy poco tiempo a su familia. Por todo ello, Henry está a punto de aceptar una oferta para editar un periódico como el New York Times, lo que significaría más dinero, menos horas y más respetabilidad. Pero nadie en su redacción está contento con su posible cambio de lugar de trabajo De repente se produce un asesinato doble e imputan a dos jóvenes de raza negra. Toda la prensa se les echa encima pero Henry no cree que sean culpables, con sus contactos acabará demostrando su inocencia pero… ¿llegará a tiempo para que su noticia salga en la edición de la mañana?

Al igual que en el título que comenté previamente –La Sombra del Poder, un par de entradas más abajo- aquí se nos muestra a un intrépido periodista que investiga sobre un caso en el que se le cuelga un crimen que no han cometido a dos pobres jóvenes de raza negra que simplemente encontraron los cuerpos y huyeron despavoridos. Pero, a diferencia de aquella, en esta el tono es mucho más desenfadado, mostrando cómo el protagonista se ve tentado por un gran periódico para trabajar con ellos y abandonar su pequeña redacción de Nueva York. Podría decirse que ese gran periódico sería el equivalente a lo que aquí en España es El País o El Mundo, con sus grandes grupos mediáticos. Pero Henry no está del todo seguro de aceptar el puesto o no y termina cometiendo el error de robarle información al editor del gran periódico nacional y perdiendo así todas sus oportunidades de conseguir el empleo. De todas formas, en el fondo no le interesaba. En los grandes grupos mediáticos todo está demasiado controlado para mantener la imagen del medio y eso a Henry no le atraía, se siente más cómodo en su pequeña redacción, dónde se considera mucho más libre.

La película es una dura crítica a favor de los periódicos más pequeños en los que todo el mundo se conoce y conoce bien los temas a tratar en lugar de los periódicos de grandes grupos que terminan controlándolo todo para que quede de acuerdo con su línea editorial.

La redactora jefe, Alicia Clark, trata de controlar por todos los medios que el gasto del periódico sea estable y no se desmadre con llamadas a cualquier sitio y cualquier hora. Además, la urgencia de la llegada de la hora de cierre hace que ella ponga una noticia falsa en primera plana, a sabiendas de que es falsa aunque el resto de medios no lo sepan y probablemente abran sus ediciones con esa noticia al día siguiente. Todo por no retrasar la impresión del periódico y que cuesta varios miles de dólares por cada hora de retraso. Aún así, Henry termina llegando con la confirmación de la fuente policial en la que declara que los adolescentes son inocentes, que los habían detenido para lavar la imagen del cuerpo de policía de Nueva York a sabiendas de que cuando fuesen liberados en un par de semanas, la noticia sólo ocuparía un pequeño fragmento en las páginas interiores del periódico. Afortunadamente Henry llega a la redacción con la noticia, pero al bajar dónde se encuentran las máquinas, se encuentra con que éstas están imprimiendo la noticia falsa y sensacionalista que ha decidido Alicia Clark. Allí se produce una pelea entre Henry y la gerente cuando éste trata de apagar las máquinas, pero termina siendo despedido. La redactora jefe argumenta que al día siguiente se preparará otra edición pidiendo disculpas y ofreciendo la versión correcta de los hechos, teniendo así material para dos portadas, la del día siguiente (falsa) y la de dentro de dos días (la verdadera que trajo Henry).

La necesidad de aplastar a la competencia con una primera página lo más llamativa posible como una foto de los dos detenidos bajo el título de ¡Pillados! (Gotcha! en inglés) y de no faltar a la cita matutina es una realidad que se puede comprobar mirando los estantes de periódicos de cualquier quiosco. También la necesidad de ofrecer noticias a cualquier precio, aunque estas sean falsas, uno siempre puede desdecirse. Pero la crítica a los medios más significativa es la del policía cuando dice que cuando salgan los detenidos, simplemente ocuparán un lugar en una de las páginas interiores. La actualidad y lo impactante manda, y lo que no es actual e impactante queda relegado a un segundo plano, eso es lo que nos quiere decir la película cuando aparece la figura del policía.

Finalmente, Henry descubre que Alicia Clark detuvo las máquinas y perdió miles de dólares para volver a imprimir el periódico pero ésta vez con la noticia en la que se exculpaba a los adolescentes y vuelve a ser contratado por el periódico. ¿Podría ocurrir algo así en la vida real? Yo, personalmente, tengo mis dudas.

1 comentarios:

Ñoño dijo...

Me parece una película genial, que refleja las decisiones difíciles que, a veces, tienen que tomarse en la redacción. Aunque hay otra película de título parecido que me parece superior y se llama Al Filo de la Noticia.

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